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El “Alma del desierto” colombiano susurra en Venecia sobre identidad y derechos trans
Venecia, Italia.- La historia de Georgina Epiayu, quien esperó 40 años para que la burocracia colombiana validara su género en documentos oficiales, ha cobrado vida en la pantalla grande gracias a la directora Mónica Taboada Tapia. El relato se presenta en la película “Alma del desierto”, que debutó en las Jornadas de los Autores de Venecia.
“Este caso resalta la necesidad de que el Estado colombiano, más allá del gobierno actual, asuma la responsabilidad hacia todos sus ciudadanos y garantice sus derechos”, señaló a EFE Taboada Tapia.
“Alma del desierto” es un documental que narra la lucha de Georgina Epiayu por la justicia, la esperanza y la resistencia, siendo destacado en las Jornadas de los Autores, evento que se realiza de manera paralela al Festival de Venecia.
La travesía de esta mujer trans por corregir su identidad en documentos oficiales, que estuvo perdido en el laberinto burocrático por años, la llevó a buscar a sus hermanos en La Guajira, una región árida.
Durante su búsqueda, halla a sus familiares, quienes viven marginados por la burocracia colombiana, no hablan español y luchan por sobrevivir en una tierra marcada por el abandono.
Taboada Tapia recuerda el largo proceso que acompañaron junto a Epiayu para obtener su documento de identidad como mujer en 2021, un proceso que inicialmente se pensó que tardaría solo unos meses pero que reflejó una lucha de 45 años.
“Tardar 45 años en ser reconocido es un llamado urgente a cualquier estado del mundo sobre la importancia de reconocer la identidad de las personas”, expresó la cineasta y antropóloga.
Para la directora, el caso de Georgina resalta el derecho fundamental de toda persona a definirse a sí misma y a ser respetada por esa autodefinición, sin que haya lugar a debates innecesarios.
Hoy, a sus 70 años, Georgina vive tranquila en La Guajira, amparada por su comunidad wayú, que la ha protegido.
“Es gracias a su fortaleza que ha logrado superar tantos años de dificultades y ahora puede compartir su historia, dado que no todas las personas tienen la oportunidad de sobrevivir como ella”, destacó.
Originalmente, Taboada Tapia quiso realizar un film con un enfoque poético inspirado en su herencia familiar en La Guajira, pero tras encontrarse con la historia de Georgina en 2016, decidió cambiar el enfoque hacia la cruda realidad que merecía ser reconocida.
La cineasta ve la inclusión de su obra en Venecia como un logro notable, pero sobre todo valora cómo diferentes comunidades indígenas de Colombia están ganando visibilidad y empoderamiento.
“Estamos en un camino positivo hacia el reconocimiento de comunidades históricamente desfavorecidas, una compensación tras siglos de injusticias no solo en Colombia sino en todo el mundo”, concluyó.
“Alma del desierto” ha llegado a Venecia para compartir con el mundo su inspiradora historia de esperanza.
creditos de las imagenes de este post: Robertocavada.com