El Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, llega a México para la toma de posesión de Claudia Sheinbaum

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, llegó el domingo a la Ciudad de México para participar en la ceremonia de toma de posesión de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, programada para el día 1 de octubre.

Cerca de las 9:30 a.m. hora local, Díaz-Canel aterrizó en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), siendo recibido por un grupo de militares y delegados del gobierno mexicano, liderados por David Kershenobich, quien se desempeñará como Secretario de Salud bajo la administración de Sheinbaum.

El lunes, está agendado que Díaz-Canel asista a un almuerzo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en compañía de otros líderes internacionales que estarán presentes en la toma de protesta de Sheinbaum. Posteriormente, se llevará a cabo una cena de la que López Obrador ha indicado que no participará.

Se anticipa que los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también arriben a México este domingo.

Sheinbaum confirmó la semana pasada que 16 líderes internacionales, en su mayoría de Latinoamérica, han asegurado su asistencia al evento.

Entre estos confirmaron su asistencia Lula y Petro, además de los presidentes de Bolivia, Luis Arce; Chile, Gabriel Boric; Honduras, Xiomara Castro; República Dominicana, Luis Abinader; Guatemala, Bernardo Arévalo, y Paraguay, Santiago Peña.

A la lista se suman mandatarios de Belice, Santa Lucía, Dominica y Haití de la región caribeña, así como de Ghana y Libia de África.

Además, se espera la asistencia de representantes de 105 países y 22 organizaciones internacionales, destacando la presencia de Jill Biden, primera dama de Estados Unidos, quien liderará la delegación de su país.

Esta semana también se generó polémica por la decisión de Sheinbaum de excluir de la lista de invitados al rey Felipe VI de España, acción que deriva de la falta de respuesta del monarca a una carta enviada por López Obrador en marzo de 2019. En ella, se solicitaba al rey reconocer los abusos cometidos por los españoles contra los pueblos indígenas durante la conquista. Este acto ha llevado al gobierno español a anunciar que no enviará representantes en protesta.

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