México condiciona la normalización de relaciones con España a la realización de una “ceremonia de desagravio”

Este viernes, Alicia Bárcena, la ministra de Relaciones Exteriores de México, condicionó el restablecimiento de relaciones con España, actualmente tensas por no haber invitado al rey Felipe VI al evento de investidura de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, que se celebrará el martes próximo, a la realización de una “ceremonia de desagravios”.

Bárcena explicó en una conferencia de prensa en las Naciones Unidas que “en México, al descubrirse una ruina arqueológica, como Petén o Palenque, las comunidades solicitaban realizar una ceremonia de desagravios al entrar en su territorio, tierra y cultura. Esto es lo que México estaba pidiendo, una forma de encuentro de desagravio de hace 500 años”, afirmó.

La decisión de Sheinbaum de excluir a Felipe VI de su ceremonia de toma de posesión el 2 de octubre, llevó al Gobierno español a abstenerse de asistir al evento, marcando otro momento de distanciamiento diplomático entre ambos países bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

Al respecto, Bárcena señaló que este tema no es nuevo y mencionó una carta enviada en 2019 por el presidente mexicano a la monarquía española, en la que se pedía un encuentro y reconocimiento hacia los pueblos indígenas de México, la cual no recibió respuesta. “Esa era la idea, invitar al rey (Felipe VI) y a las autoridades españolas a venir a México a dialogar”, agregó la canciller, quien destacó además tener una “excelente” relación con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y con su ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

La futura secretaria de Medio Ambiente del gobierno de Sheinbaum también indicó que “entiende la problemática desde la perspectiva de España”, tras haberse reunido con autoridades españolas durante la semana de Alto Nivel de la ONU, subrayando que ambos países poseen “la solución” y deben “implementarla”.

Bárcena describió la relación actual entre México y España como de “gran dinamismo político y económico”, tras superar momentos históricos complejos marcados por “agravios durante la colonia”, y recordó cuando México acogió a más de 40.000 españoles durante el régimen de (Francisco) Franco.

El Gobierno español envió una “nota verbal” el pasado martes, una forma estándar de comunicación escrita entre embajadas y el Ministerio de Exteriores, para expresar formalmente su queja por la ausencia de invitación al rey Felipe VI.

Al decidir no participar en la ceremonia de investidura a ningún nivel, el Ejecutivo español manifestó así su postura ante un evento sin precedentes en la relación histórica de España y la Corona con los países de América Latina y en lo que respecta a la asistencia de la monarquía a las investiduras de líderes de la región.

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